Su vida no ha sido fácil. Nació en un hogar marginal y cuando una vaca la pisó, nadie la llevó al veterinario... el resultado, una fractura que soldó sola en una de las patas posteriores y una leve lesión neurológica en la otra. Es encantadora, puede caminar y hacer una vida normal, pero necesita una familia que no la juzgue por su forma de caminar.
La Protectora surge como respuesta al elevado número de animales que son abandonados y/o maltratados en Asturias y a la deficiente atención de que son objeto por parte de la administración
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